La educación y el libre mercado son los únicos caminos sostenibles y reales que tienen los
países para crear riquezas y reducir la brecha de la pobreza. El estímulo a los
emprendedores, el apoyo a las empresas privadas y el incentivo a la innovación,
son los mecanismos que tiene el capitalismo responsable para garantizar el
progreso de cada nación. No utilizar estos medios es uno de los tantos motivos
por el cual países socialistas o de tendencia de izquierda viven en un
constante fracaso socioeconómico.
Este no pretende ser un blog de política o de economía, ya
que no soy la persona más idónea y capacitada para tratar esos temas, pero es
un hecho que estas dos ciencias son las que rigen toda la sociedad hoy día, y
el medio ambiente no escapa de esto.
En Panamá cada día surgen más carreras universitarias relacionadas con el
medio ambiente, sea en la parte de la gestión ambiental, la
preservación/conservación o en los estudios biológicos. Es positivo el interés
en los jóvenes en estudiar carreras afines al medio ambiente para superarse y
mejorar sus condiciones de vida.
Lastimosamente existe una realidad que pocos se atreven a exponer y que representa un atentado a todos estos nuevos profesionales que actualmente intentan ganarse la vida luego de culminar sus estudios. Y esto es EL MONOPOLIO que existe en Panamá para desarrollar empresas que brinden servicios ambientales.
Esta limitante hace que todos los nuevos profesionales solo puedan optar por trabajar en empresas privadas o ser funcionarios públicos del Gobierno, sentenciando a miles
de jóvenes y potenciales emprendedores a nunca poder desarrollar sus propias empresas.
Todo esto se dio a través de jugarretas políticas, trabas mediante
normas/leyes en los requisitos "técnicos" y
exigencias absurdamente imposibles de cumplir para cualquier nuevo emprendedor
o nueva empresa. En otras palabras, se aplicó el mayor crimen económico que existe en
los sistemas capitalistas: el monopolio a través de la plutocracia; Ciertas personas con algún grado de influencia política, crearon los mecanismos para ser los únicos a nivel nacional en poder ejercer algunos trabajos ambientales.
De esta forma no solo se afecta directamente los nuevos emprendedores y profesionales que quieran brindar estos servicios; también se afecta el país, ya que al solo tener unos cuantos que dominen el mercado, quedan todas las empresas publicas y privadas a merced de los precios que las empresas monopolistas quieran poner...evitando que se de la oferta-demanda natural del libre mercado y la optimización de la calidad de los trabajos.
En resumen, no importa la preparación académica que se tenga,
si han logrado prepararse en las mejores universidades del mundo o se haya obtenido un préstamo para comprar softwares o maquinas especializadas, en Panamá el mercado
está cerrado en muchas áreas del medio ambiente. Daré un ejemplo de los
servicios que son casi imposibles de brindar, y que está a manos de unos cuentos:
- ·
Estudios de Impacto Ambiental.
- ·
Análisis de Calidad Ambiental: monitoreos de calidad
de agua, calidad de suelo, ruido ambiental, vibración ambiental, contaminación
atmosférica.
- ·
Auditorías Ambientales para ciertos proyectos
“especiales”.
- ·
Brindar cursos para Auditores/Consultores Ambientales.
Impedir que un individuo bien preparado, estudiado y con la voluntad de trabajar pueda ejercer sus conocimientos de forma independiente, sin tener
la obligación de estar bajo el paraguas de una empresa, debería ser considerado
un crimen.
Esta es una realidad que viven muchos ingenieros ambientales,
ingenieros agrónomos, forestales, químicos, biólogos, ecologistas, etc. La realidad de que nunca
podrán ser independientes y crear sus empresas, optando únicamente por
trabajar para empresas ya establecidas.
Estoy 100% de acuerdo con que se proteja la calidad y la integridad de los servicios ambientales, mas no cerrar las oportunidades a las personas que solo buscan superarse y poner sus conocimientos en practica.
Nuevamente vemos como sale otra administración gubernamental, y estos temas permanecen en silencio cómplice, favoreciendo a unos cuentos y sentenciando a la gran mayoría de los profesionales panameños de estas ramas.
El monopolio es un crimen y utilizar mecanismos políticos para garantizar que seas el único en brindar un servicio, es corrupción.
